El Cabeza Nevada o Mogota de Cervunal (2427 metros) es una montaña sencilla de esas que por estar retiradas no asciendes nunca. Al Almanzor (foto 2) que ya ha sentido mi huella en su cima en 7 ocasiones, y las que le quedan, le siento como un padrino en esto de la alta montaña, pero ¿el Mogota? ¿Qué se me ha perdido allí? Pues parece ser, a juicio de algunas reseñas, unas espléndidas vistas del macizo.
Tras un viaje un poco raro, en el que insistimos en despistarnos, dormimos junto al centro de interpretación del parque. La noche amenaza algo húmedo y de hecho, cuando subimos a la Plataforma, donde nos encontramos con Dani y Susana, una nube nos envuelve y comienza a nevar ligeramente. Ellos dudan, van al Almanzor, nosotros lo hemos descartado por el quejicoso hombro de Nadia, no es cuestión de forzarlo en algún paso obligado. A saber qué condiciones presentará mi padrino.
Bajo algo de nieve, que cae lentamente y con poca fuerza, avanzamos hasta la fuente que hay antes de llegar a Barrerones. Allí esperamos a nuestros compañeros y el sol sale para calentarnos. En Barrerones, vemos que la nube, la eterna nube enganchada al circo de Gredos, ha decidido quedarse allí a echar un vistazo. Nuestro objetivo se ve cercano, pero para alcanzarlo, debemos dar una vuelta de aúpa. En el descenso a la laguna, punto de separación de las dos parejas, Nadia resbala en una zona sin peligro, pero pierde el equilibrio. 1-0. Nos despedimos, citándonos en Hoyos al regreso, y subimos hasta el Gargantón, donde nuevas zonas sin peligro esconden placas de hielo bajo la fina capa de nieve acumulada en el día. Y empate!! 1-1. Bajamos hacia el Gargantón, donde me doy un festín en las placas y 1-3. Goleada.
La ascensión transcurre sin más contratiempos,(foto 3) nos fijamos en paredes, en el granito espolvoreado de blanco, buscando con la ilusión nuevas futuras rutas. Llegamos al collado del Pluviómetro - ¿Y dónde está el cacharro que le da nombre, digo yo? - y nos sorprende que el tramo de loma hasta la cima,(foto 4) que imaginábamos sencillo, tiene alguna trepadilla de II. El hombro de Nadia no da guerra en esa sencilla trepada, pero si en alguna pisada donde la nieve se hunde.
Cima, (foto 5) la de las espléndidas vistas de Galana, Almanzor y demás cumbres. ¿Espléndida? No se ve más allá del Cerro de los Huertos y el Risco Moreno. Pero disfrutamos de algo de sol en ella, aunque nos haya recibido con una pequeña bruma. Comento que la cima del Almanzor en un día como hoy se me antoja cara.
Descendemos por otro lado, entre piedras, enlazando el camino de ascenso. ¿Cambiará el marcador en las placas a la vuelta? En la segunda parte, marcador inamovible. Nadia 1- Emilio 3. Enlazamos con el camino de Barrerones, donde nos cruzamos con Susana y Dani, que como muchos otros, se han dado la vuelta y poco más que han tomado café en el refugio. Charlamos de futuras aventuras, deshacemos el conocidísimo camino de vuelta y en Hoyos damos cuenta de unos combinados de pollo Villaroy, merecidos y exquisitos. ¡Qué bien sabe todo después de una cumbre! ¡Gracias Bodeguilla! ¿Y con qué va regado? CERVEZA!! UN PAR DE BOTELLINES!!! :-).
El domingo toca acumular más metros, vamos a la Mira, pero un cielo gris, la niebla y el agua, nos hacen desistir. En el aparcamiento del Nogal del Barranco esa noche y esa mañana no hubo por allí más que un Picasso rojo...
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1 comentario:
Un saludo... apañero.... qué tal sigue Gredos... ??? se aguantan las nieves... ???? porqué lo qué es por aquí... hartón de palear me he dado en la Pirena... :-))))
Un abrazo... ( y nos vemos pronto... seguro... ) :-)))
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